Aurelio Sánchez Vinuesa

 

Profesor de Instalaciones y Servicios Deportivos, Decano de la Facultad

 

  • Empezamos por lo que a todos más nos preocupa hoy en día ¿Cómo estás de salud?

Afortunadamente bien  y hasta el momento sin novedad, circunstancia que espero se dé en todos los que pertenecemos a esta facultad.

 

  • ¿Cómo se llevan estos días sin salir de casa?

Si bien es cierto que en algunos momentos aflora un cierto cansancio mental con este confinamiento, inmediatamente me siento confortado al saber que con este encierro estamos contribuyendo a mejorar la situación, evitando contagios y contribuyendo al final de esta pandemia.

Igualmente con paciencia y aprovechando para poner al día cuestiones personales y profesionales atrasadas. En definitiva, lo más importante es intentar ver la situación como una oportunidad para hacer cosas que nos produzcan satisfacción personal.
 

  • En esta situación ¿haces algún tipo de práctica deportiva?

La verdad es que es muy poco el tiempo que destino a la práctica deportiva. No obstante, he desempolvado una bicicleta estática del trastero y en algunos momentos le doy a los pedales.

 

  • Tres cosas imprescindibles para tener en casa en estos días.

En la UGR y en nuestra facultad seguimos trabajando, el PDI con su docencia online, el PAS atendiendo el trabajo administrativo que sigue produciéndose y por ello un ordenador con conexión a internet es imprescindible. Aunque puede ser algo extraño, también la televisión es necesaria y más allá de poder obtener información actualizada es, sobre todo,  para liberarse de la tensión y preocupación permanentes que vivimos, visionando programas de distracción. Desde el punto de vista emocional es muy importante poder tener el apoyo y compartir con otra persona estos momentos difíciles. Y si se me pregunta por una cuarta cosa, os apunto: “una buena cerveza” aunque sea compartida por skype con los amigos.

 

  • Un deseo para cuando finalice el confinamiento.

Algo tan sencillo como moverse libremente por cualquier lugar y poder hablar y abrazar a los amigos, recuperar nuestras costumbres. En definitiva recuperar la libertad plena.

 

  • Primer sitio al que irás cuando salgamos de esta situación.

Creo que no me equivoco si digo que mi primera salida será a nuestra facultad para reanudar y recuperar con  la presencialidad la normalidad en la gestión
 

  • La comida más repetida en casa ahora es…
    La ensalada de diferentes vegetales y hortalizas y, entre comidas, los encurtidos para no subir los dígitos de la báscula.

 

  • La música que escuchas, te anima y más te ayuda ¿cuál es?

Aparte de “Resistiré” la canción que se ha convertido en icono de esta situación que vivimos y, que creo todos en algún momento hemos cantado, por mi edad, pasado el sarampión, la música más gratificante para mí, es la de los años 80. Algo más actual y que me encanta, la música de Fito y los Fitipaldis.

 

  • Lo que más echas de menos estando en casa.

Aparte de la libertad comentada anteriormente y poder compartir el tiempo con mis amigos, compañeros y estudiantes, cada día me cuesta más no poder hacer práctica deportiva en la calle. Que se note que somos profesionales del deporte ¡jeje!

 

  • Un consejo para enviar a toda nuestra comunidad universitaria.

Convencidos de nuestro sentimiento de pertenencia a la UGR, debemos seguir trabajando como lo estamos haciendo, con responsabilidad, ilusión y optimismo. Debemos alcanzar y estoy seguro que lo conseguiremos que este paréntesis en nuestras vidas no afectará a nuestro desarrollo personal y profesional consiguiendo sobre todo que este curso académico y por ello nuestros estudiantes no se vean perjudicados por la excepcionalidad de la situación.  Veamos esta situación como una oportunidad para desarrollar nuevas capacidades y formas de trabajo que nos permiten nuevos aprendizajes en entornos diferentes.

 

  • Y por último….Un mensaje de ánimo.

Debemos ser optimistas, porque más temprano que tarde vamos a superar esta crisis sanitaria que está produciendo la pandemia. Estoy convencido que el esfuerzo, el sacrificio, la generosidad  y solidaridad de todos nos hará remontar esta situación y colocarnos en los niveles de bienestar y desarrollo que antes teníamos. También, esta mala experiencia debería servir para poner en valor los servicios públicos, como la sanidad, la enseñanza y la investigación, pilares básicos en el estado del bienestar y del progreso de nuestra sociedad.